Sleeping with ghosts

Es difícil de explicar, pero hay veces que necesito odiarte. No es que quiera hacerlo, pero lo necesito, todo me pide que lo haga, mi cabeza, mi cuerpo, mis instintos... Necesito odiarte, sin más. 

Si lo pienso con calma, siempre te he odiado, desde el primer momento, ese en el que empezaste por estropearme mis planes nocturnos y, poco a poco, te seguí odiando por todo lo que vino después. Por las horas hablando en el coche, por aquel bicho gigante que tú llamabas "perro" y yo "monstruo enorme con pelo", por los besos, porque nunca llegaba a casa antes de las 6, por las horas al teléfono, porque cada fin de semana que no tenía actuación iba a León, porque no volveré a sentarme en el palco 9 del Teatro Real... podría odiarte por un millón de infinitas cosas, pero sobre todo, te odio por esa coacción permanente pro-MD.

Y, a pesar de todo, es increíble, pero has conseguido que te siga odiando. Te mereces que te odie por ser mi amigo, porque los cafés rápidos duran hasta las 3, porque consigues que no calle, por cada vez que desapareces siempre es porque estás de fiesta, porque el llavero no me entra en el bolso de mano (y por la cara de tonta que se me quedó cuando me lo diste), por todo lo que dijiste en abril, porque he aprendido aún más de baloncesto y, ante todo, porque tienes esa capacidad de leerme el pensamiento como para que sepas cuál es la única noticia que en exámenes no he podido dejar de leer a todas horas.

Y no voy a ponerme a hablar de la pena de muerte, la cual te mereces cada vez que, tan en tu línea, desapareces, porque creo que sólo hay que oirme hablar 5 minutos para saber que la aborrezco, que Voltaire y yo habríamos sido el matrimonio perfecto, y que el único motivo porque no vuelo EEUU en mil pedazos es por no ponerme a la altura de una civilización que trata a Europa de decadente mientras sus costumbres y pensamiento se encuentran anclados en costumbres propias de regímenes totalitarios, porque Manolo Blahnik vive allí y porque guardo la dinamita para Soria. 

Y quizás en Abril estuviera demasiado enfadada para decir todo esto, pero odio que seamos amigos =)

(con esto espero haberte sacado una sonrisa, por las veces que no he sabido muy bien que decirte... Espero que todo salga bien)